Aféitame

Otra vez mi mente ha pensado algo bello y al ir a escribirlo se me ha olvidado. Ese tipo de cosas que me vienen a la cabeza son las que más hablan de mí porque me salen de forma inconsciente, pero nadie las escucha.

Mi vida entera si me pidieras afeitarme. No es que me fie de tí y no tenga miedo de que me puedas cortar, sino que cualquier oportunidad de que tu cara esté a cinco centímetros de la mía merece la pena. Si tengo que hacerme un corte en el labio no se me ocurre una situación mejor. Me pone pensar en ello y me baja un subidón desde el cuello si me imagino que tu mano fría lo toca.

¿Dónde estás? Eres un contacto que no encuentro en mi agenda, eres la más bella persona sin rostro, eres la idea que me vuelve loco y la que me cura la locura.